martes, 22 de junio de 2010

Experiencia Jordi

Soy Jordi y de la mano de Núria tuve la oportunidad de conocer Sanergía. Hace poco me hice la Conexión. Permitidme que os cuente un poco sobre mi experiencia.

Cómo llegaste a Sanergía?

No llegué. Sanergía apareció, sencillamente cuando estaba preparado para ello. Sanergía es para mí una oportunidad extraordinaria en mi camino de crecimiento y evolución.
Como Alessandro conocí la enfermedad y al tiempo la ceguera de determinados círculos médicos. Un “no“ rotundo por mi parte me abrió a nuevos horizontes, aparecieron las terapias de curación basadas en la energía y aprendí, aprendí, aprendí. Y finalmente Sanergía llamó a mi puerta.

Cuéntanos acerca de tu experiencia con Sanergía.

Mas allá de las típicas sensaciones y experiencias que cada uno siente durante la conexión y que seguramente todos conocéis, quisiera compartir con vosotros dos sucesos mágicos que he tenido el privilegio de vivir.

Al dia siguiente de la Conexión, mis dos hijos gemelos llegaron a casa por la noche. Adrià me miró fijamente y me dijo: -Papá, que te has hecho ?. –Nada, repliqué. -No es verdad, veo algo diferente en tu rostro, estás diferente, aunque no se muy bien de que se trata,- insistió el chico. Al instante captó el cambio sutil que la Conexión había producido en mi, incluso mejor que yo mismo. Después de la cena charlamos los tres largamente sobre la Conexión, sobre Sanergía y muchas otras cosas. Nuestra relación ha cambiado como de la noche al dia.

Es sábado por la mañana, después de correr por espacio de casi una hora me detengo para relajarme a la orilla de un pequeño lago. Junto con la montaña, ésta es una de mis formas de meditación activa. Observo como un chaval de apenas 10 años corre tras su pelota sin lograr evitar que caiga al agua. El niño observa impotente su pelota flotar a unos 3 metros de él, inalcanzable. Algo en mi interior me dice –Venga, hazlo, porque no ?-

Me situo a unos dos metros al lado del chico, a su izquierda. La pelota sigue flotando sin apenas moverse. La impotencia y la frustración se reflejan en la cara del niño. Cierro los ojos, respiro profundamente, e intento conectar con el chaval. Noto muy sutilmente como desea alcanzar la pelota con todas sus fuerzas. Visualizo la pelota, suavemente la empujo hacia la orilla. Mantengo la imagen no se cuanto tiempo. En mi interior veo como la pelota se acerca cada vez más. Finalmente abro los ojos. Imaginaros cual fue mi sorpresa al ver la pelota justo delante de mi a unos escasos 20 cms. de la orilla.

Y ahora que ?

Sanergía no es un final, sino un principio, un trampolín. Somos agua y por ello debemos fluir. El agua estancada se pudre. Sanergía ha activado algo que habia estado latente durante muchos años: la capacidad de escribir, de comunicar. Por ahora escribo, recojo mis sensaciones, mis sueños y mis experiencias en un blog. La voz interior me dice que profundice en Sanergía, que me sumerja sin miedo en ello. Pronto me vereis aprendiendo Sanergía. Y mucho más. Recordad que las posibilidades son infinitas y la locura no duele.

Alguna cosa más ?

Simplemente decir: Gracias Alessandro, por componer Sanergía. Y muy especialmente darte las gracias a ti, Núria, por estar ahí.

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