LA IMPORTANCIA DE VIGILAR LO QUE PENSAMOS.
Los Pensamientos son energías que se acumulan en nuestros cuerpos y otra parte de ellos se expande y sale a la atmósfera. Son cuerpo, tienen masa y al salir de nuestro cuerpo mental adquieren vida, personalidad, son una entidad que entra a funcionar según la dirección que les hemos dado, nuestro cuerpo humano no esta capacitado para ver a simple vista estas energías, sin embargo, si las sentimos y nos afectan, ya sea de forma positiva o negativa.
Existen dos tipos de PENSAMIENTOS: NEGATIVOS Y POSITIVOS.
LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS son opacos, de bajas sobras tonalidades, afectan adversamente al pensador y a todos aquellos a quienes van dirigidos, rodean al individuo que los emitió en una atmósfera siniestra, pesada, que entorpece su evolución ascensorial en todo orden, lo vuelven una persona desagradable, antipática, indeseable, da a su fisonomía una expresión amarga, lo afea, aleja de si los afectos, lo hace neurasténico crónico, así crea lo que llamamos EGREGOR NEGATIVO, sembrándole cada vez nuevos pensamientos depresivos que lo van envenenado.
Por el contrario, los PENSAMIENTOS POSITIVOS, siembran en nuestro subconsciente un semillero maravilloso, con vibraciones luminosas que salen de nuestro cuerpo mental estimulándolas en sentido positivo. Nos proporciona, salud, belleza, energía, etc.
Al descargar esta energía se convierte en materia.
Muy importante es saber que con la mente gobernamos las células de nuestro cuerpo. Lo que ocurre en nuestro cuerpo mental es un espejo: "tal como piensas, así eres". Tanto el valor como el miedo son actitudes mentales.
La función de la MENTE es pensar, recibe la idea, esa mente estimula el campo emocional, nace el deseo de traerla a la manifestación, así el campo o cuerpo emocional, estimula a su vez al campo volutivo (voluntad) y lleva al cuerpo físico a la acción, para traer a realización la idea y plasmarla en algo tangible.
EJEMPLO CLASICO DE UN EGREGOR NEGATIVO Y COMO AFECTA.
Alguien nos hizo, como se dice vulgarmente una CANALLADA, cuando se recibe lógicamente nos indignamos y nuestra mente comenzamos a emitir pensamientos de IRA, de DESPECHO, de VENGANZA y hasta lo expresamos con palabras, en este momento sale de nuestro cuerpo mental una carga electrónica (en la ciencia existe el electroencefalograma: aparato que registra en una cinta que al pensar emitimos ondas eléctricas) esa carga electrónica fue de carácter NEGATIVO y salio hacia el espacio donde se encontró con otras cargas afines, es decir, con ondas electrónicas similares, pensamientos de odio, de tristeza, decepcionantes, etc. emitidos por otras personas y por simpatía se unió a ellas.
Por otro lado, esta influencia de Conciencia Colectiva Negativa, afecta de igual manera a Nuestra Madre Tierra, pues estas energías se concentran en su atmósfera y de alguna manera se manifiesta, en guerras, terremotos, desastres naturales, etc. Cuando pasa, no comprendemos que nosotros hemos contribuido a crear este tipo de fenómenos y luego preguntamos ¿porque? o echamos culpas a diestra y siniestra.
RECOMENDACION:
Aprende a aquietarte, a comprender las situaciones, a mejorarlas y a evolucionar espiritualmente, una herramienta poderosa es la MEDITACION.
Cuando la pongas en práctica constante y conscientemente te liberará, te perdonará, así como la(s) persona(s) que te agravió, ya no creas mas estos egregores negativos, y si vuelves a caer, concientizate inmediatamente de ello y transmútalo, hasta que llegues a dominar bien tus pensamientos, y emociones.
Ciertamente, Núria, debemos tomar consciencia de que los pensamientos, al igual que las palabras, encierran un poder insospechado y en ciertas circunstancias, desencadenan efectos tanto positivos como negativos, en proporciones muy a menudo insospechadas.
ResponderEliminarEste efecto se multiplica y mucho cuando se trata de pensamientos colectivos dirigidos en el mismo sentido, como es el caso de los egrégores.
Estos pensamientos pueden ser creados inconsconsciente o conscientemente. En el primer caso, toman forma cuando varias personas focalizan sus pensamientos sobre una misma motivación, sin pensar que están creando un egregore.
En el segundo caso, sucede que varias personas dirigen sus pensamientos al propósito de crear un egrégore, lo que hace entonces el fenómeno más potente.
De pequeños mientras nos educaban para pertenecer a esta sociedad, nos decian que somos responsables de nuestros actos. Pues bien, yo añadiria que también lo somos de nuestros pensamientos, sentimientos y, por supuesto, de las palabras que pronunciamos.
Jordi
muy buen articulo, me siento identicada con algunas cosas que aparecen ahi...
ResponderEliminarvanessa