viernes, 21 de mayo de 2010

El secreto del éxito

La vida no premia las buenas intenciones sino los esfuerzos. Muchos son los que desean el éxito, pero pocos están dispuestos a pagar el precio. Regatean, se hacen a si mismo rebajas y acaban por obtener saldos. Quieren conseguir éxito, pero no quieren esforzarse. Quieren una pareja, pero no quieren renunciar a nada. Quieren paz interior, pero no quieren renunciar a sus conflictos. Quieren aprender, pero no quieren practicar lecciones…
Me encuentro con personas desajustadas con sus metas: desean un efecto pero detestan la causa. Como están desalineadas, no consiguen sus deseos y se sorprenden cuando afirmo que “querer” algo no sirve de nada de nada, lo que vale es la acción disciplinada.
Y lo que no vale es decir “Bueno, ya lo haré algún día” porque ese día nunca llega.
Para quienes regatear el precio de sus sueños, podrían encontrarse con que mañana el precio fuese mayor, cosa que suele suceder.

Raimon Samsó (El código del dinero pag.182)

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