miércoles, 18 de mayo de 2011

Querida mujer

Querida mujer:

Venimos hoy aquí, ante tí, como hombres comprometidos a ser cada vez más conscientes, en todos los ámbitos. Sentimos un profundo amor, un gran respeto y un sentimiento creciente de adoración hacia los dones de lo femenino. También sentimos profunda tristeza por las acciones destructivas de una masculinidad inconsciente, en el pasado y en el presente. Queremos pedirte disculpas y reparar esas acciones hoy con el fin de dar a luz una nueva era de cocreación.

Al ser yo cada vez más consciente me doy cuenta del rol de las energías femeninas y masculinas en mí, en ti y en toda la vida. Sé que todos tenemos acceso a la totalidad del espectro de esas energías. También siento un creciente despertar a una dimensión más allá de toda dualidad, libre y abierta como el cielo.

Me comprometo a vivir y cultivar una masculinidad que nos honre y celebre como iguales. Sé que con el fin de honrarte como mujer multidimensional debo de estar plenamente presente en mí y utilizar los dones que tengo para compartir contigo. Juntos podemos crear grandes milagros, al nutrirnos el uno al otro de manera consciente, tratándonos con reverencia y respeto, adorando y la divinidad que se expresa en las energía masculina y femenina.

Como hombres, nuestra relación con lo femenino ha sido a menudo inconsciente. Lamento que que las mujeres y la energía femenina hayan sido durante tanto tiempo subyugadas y oprimidas. A lo largo de la historia, los hombres te han violado y han abusado de tí, te han quemado en la hoguera, han comprado y vendido tu cuerpo para el placer sexual, prohibieron tu participación en cargos religiosos y políticos, relegándote a tareas serviles, obligándote a ocultar tu rostro e incluso mutilando tus órganos de placer sexual.

Puede que yo mismo no haya hecho esto, pero soy consciente de las fuerzas inconscientes en la psique masculina que se han sentido amenazadas por lo femenino y han tratado de dominarlo.

Muchos de los hombres que te han oprimido o han abusado de tí ya no están vivos. Y entre los que vivimos, mucho no son capaces de disculparse porque permanecen encadenados en una prisión de ira, miedo y vergüenza. En nombre de mi género, yo te pido disculpas por nuestras acciones inconscientes cuando estábamos enojados, asustados y en las garras de las fuerzas destructivas de nuestra psique.

Hoy elijo no colaborar más con esas fuerzas, ni ser dirigido por ellas en mi propia vida.
Te ofrezco esta disculpa con la esperanza de que podamos hacer empezar de nuevo en un espíritu de cocreación.

Yo reconozco que las religiones de los últimos miles de años han sido principalmente fundadas y propagadas por los hombres. Muchas veces hemos actuado como si tuviéramos la última palabra de Dios y la vida espiritual. Todo lo que realmente hemos conocido es la expresión masculina de esas cosas. Como resultado, hemos suprimido una espiritualidad más sincera, conectada e inclusiva. Me comprometo ahora también a honrar la espiritualidad basada en la divinidad femenina.

Honro tu profunda conexión con la tierra. Como hombres, nuestra relación con nuestro planeta y sus recursos a menudo ha sido motivada por la competencia, la adquisición y el dominio. Hemos creído erróneamente que la expansión podría protegernos de la invasión y en el proceso hemos violado el carácter sagrado de la Tierra y perturbado sus ritmos naturales. Me comprometo a escuchar tu intuición sobre cómo sanar nuestro planeta y a hacerla prosperar.

Honro tu intuición y tu profunda capacidad de sentir. Como hombres, a menudo hemos devaluado el sentimiento y la intuición en favor de una visión dominada por los datos y la lógica. Esta forma de ser parecía necesaria para mover a la humanidad más allá de la superstición y la animalidad, pero en el proceso hemos perdido gran parte del corazón de la vida. Me comprometo a respetar las artes de la sensibilidad, la intuición y la sabiduría del corazón femenino, para que juntos podamos integralas en una visión equilibrada de la vida, que honre e incluye todas las sabidurías.

Honro la belleza y la integridad de tu cuerpo. Cuando a través de nuestros cuerpos nos cuidamos unos a otros con conciencia y devoción, no hay fronteras para el amor que se puede generar. Siento dolor porque los hombres han utilizado tu belleza como una forma de comercio en la prostitución y la pornografía. En manos de la lujuria, a menudo carecimos de habilidades para intimar con gracia o para aceptar un no por respuesta. Adopto una postura en contra de cualquier forma de comercialización forzada o sin alma de tu belleza y respeto tu cuerpo porque te pertenece a tí.

Honro tu capacidad para la resolución pacífica de conflictos, tu capacidad para disculparte con eficacia y para perdonar con gracia. Nosotros los hombres hemos librado un sin fin de guerras sobre nuestros desacuerdos. En el acto de defensa de nuestras tierras y protección a nuestras familias, nos convertimos en adictos a la propia lucha. Por el contrario, es raro encontrar una invasión o una guerra instigada por una mujer. Te pido disculpas por arrastrarte a estas guerra y por la violación, el asesinato, los corazones rotos y las familias que resultaron dañados con ellas. Damos la bienvenida a tu sabiduría en la creación de un mundo que puede vivir sin recurrir a la destrucción.

Honro tu capacidad para escuchar tu cuerpo y sus necesidades de alimentación, descanso y recreo. Celebro tu capacidad de prestar atención a lo que hay aquí y ahora. Como hombres, nuestra preocupación por las metas y los resultados a menudo nos agobia imposibilitándonos para las relaciones.. Yo sé que nosotros también os hemos arrastrado a ese desequilibrio, frustrando a menudo vuestro anhelo de conectaros con nosotros. El tiempo para alcanzar una manera centrada de ser está ya sobre nosotros. Doy la bienvenida a tu sabiduría para mantener el equilibrio en nuestros cuerpos y en nuestras formas de unión.

Honro tu sentido de la justicia compasiva. En nuestro sistema de justicia, los hombres hemos dominado como jueces y policías, construyendo prisiones y reverenciado el principio del castigo. Te doy la bienvenida a trabajar con nosotros para traer de vuelta el corazón a nuestro sistema de justicia.

También sé que la economía mundial ha estado dominada por el inconsciente masculino, imponiendo a menudo su sentido de la falta y la codicia. Como resultado, muchas personas se han quedado pobres y desposeídas. Con tu sentido natural de la crianza y la abundancia, sé que podemos trabajar juntos para crear una economía global verdaderamente cuidadosa.

Al pedirte disculpas por el daño que los hombres te hemos causado, reconozco que yo y muchos de mis hermanos también nos hemos sentido heridos por nuestras madres, nuestras hermanas, nuestras parejas y ex parejas. Estoy dispuesto a sentir ese dolor dentro de mí y dejarlo ir.

Te perdono por cualquier forma en que tu pudiste haber actuado inconscientemente, como yo me perdono a mí mismo y a mi género por nuestro caminar dormido.

A partir de este día y en adelante, me comprometo a tratar tu corazón como el templo sagrado que es y me comprometo a honrar lo femenino en ti y en mí y en mi relación con toda la vida. Sé que al dejar atrás el pasado y unir las manos en el presente podemos crear una verdadera y genuina sinergia de nuestras fortalezas. Juntos, no hay nada que no podamos lograr.

Juntos podemos hacer milagros.